Nuestra historia comenzó hace más de siete décadas, cuando don Ramón Jaramillo Montoya, con manos firmes y corazón soñador, inició de manera artesanal la fabricación de velas y velones. En un pequeño taller, con moldes de aluminio y torno manual, nacieron las primeras luces que hoy, generaciones después, siguen encendiendo hogares, celebraciones y espacios de reflexión.

Lo que comenzó como un humilde emprendimiento fue creciendo paso a paso, gracias a la constancia, el esfuerzo y la pasión de su fundador. Su visión lo llevó a explorar nuevos mercados, invertir en maquinaria y tecnología, y consolidar una empresa sólida, respetada y admirada por la calidad de sus productos y el calor humano de su servicio.

Hoy seguimos ese legado con orgullo. Hemos evolucionado sin perder nuestras raíces, combinando lo mejor de la tradición con la innovación. Cada vela y cada velón que sale de nuestra fábrica está elaborado con insumos de primera calidad, y lleva consigo una historia, una emoción y el compromiso de brindar siempre lo mejor.

Creemos en el poder de la luz, en su capacidad de transformar ambientes y tocar el alma. Por eso, más que fabricar velas, creamos experiencias, acompañamos emociones y celebramos la vida.

Gracias por permitirnos ser parte de tus momentos más importantes.

Seguimos aquí, iluminando tu camino.